Estudios confirman relación entre enfermedades infantiles y el cigarro

Los malos hábitos como el cigarro no sólo afectan gravemente a los que las padecen, sino a quienes viven con ellos. Y sucede que esas personas son, en la gran mayoría de los casos, los que más queremos en la vida: nuestros hijos. Por ello, librarse del cigarro no es sólo una cuestión de salud, sino de respeto y amor a ellos. Solemos llenarnos la boca de las más imaginativas excusas para no dejar el dañino hábito de fumar. Pero incluso dejando de fumar en casa no evitaremos a nuestros niños la desagradable experiencia de percibir el olor a tabaco pasado en nuestra ropa y cabello. Si esto no es suficiente para que tomemos conciencia, tal vez algunas razones un poco más concretas y los resultados de diversas investigaciones en todo el mundo puedan ayudarnos a hacerlo.

• Se ha encontrado relación estrecha entre el respirar el humo del cigarro y los problemas bronquiales.
• El tabaco, más aun si lo recibe el feto durante el embarazo, influye en el deterioro de la función pulmonar.
• Esta exposición prenatal también puede aumentar las sibilancias (ruido que hacemos al respirar cuando se tiene problemas en los bronquios).
• Los niños que están expuestos al tabaco tienen más probabilidades de ser fumadores cuando crezcan.
• Cuando las madres son fumadoras, el bebé sufre más de otitis durante el primer año, y se dan casi 40% más casos de bronquitis entre los 6 y 9 meses de edad.
• Los niños de madres fumadoras sufren más frecuentemente de faringitis, sinusitis, bronquitis y neumonía, durante los 5 primeros años, que los hijos de mamás que no fuman.
• Los niños asmáticos presentan crisis con mayor frecuencia al estar expuestos constantemente al cigarro.
• Las personas que han vivido en un ambiente impregnado de tabaco tanto de niños como de adultos, tienen más posibilidades de padecer cáncer.

Fuentes: Ingenta, Zona Pediatrica.

Foto: Medicine World.

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