Cosas de mi hijo que puedo guardar para su hermanito

A medida que van creciendo, nuestros hijos dejan de utilizar diversos objetos que adquirimos o que nos regalaron para ellos. La gran mayoría se va acumulando en el desván o en otros lugares que no estaban destinados para eso y llega un momento en que ya no hay dónde guardarlos. Usualmente se terminan donando, o regalando a familiares con hijos más pequeños, a los que se recurre nuevamente cuando tenemos un nuevo retoño en casa.

Pero es necesario que clasifiquemos bien aquello que puede ser obsequiado y lo que puede ser almacenado -ya sea en tu casa o en la casa más grande de un familiar-, en caso se tenga pensado tener
otro bebé.

Podemos separar estos objetos por usos, edades y durabilidad.

Implementos de dormitorio y transporte: Prefiere las cunas que son desmontables y necesitan poco espacio para ser almacenadas. El colchón es mejor descartarlo, pues generalmente se estropea con el tiempo y la humedad. Las sillitas acolchadas con vibración, las sillas para auto, los corralitos y el moisés también deben reservarse. Las camas-cuna facilitan mucho las cosas, pues no necesitan guardarse, debido a que se adaptan a las nuevas etapas de nuestros hijos; así no hay que comprar dos, sino sólo una.

Ropa: Descarta sin pensarlo las manchadas, la ropa interior y la de baño. Si aun no sabes el sexo del hermanito, separa las prendas por colores. Por ejemplo, los tonos rosados y rojos por un lado, azules por otro, y verdes y amarillos (neutros) aparte. Una vez que sepas el sexo, sepáralos por edades. Lava la ropa antes de guardarla en bolsas herméticas.

Juguetes: Los peluches son los primeros candidatos al basurero, debido a que pueden fácilmente ser presa de la humedad con el consiguiente peligro de infecciones respiratorias y alergias. Reserva sólo unos pocos que especifiquen su naturaleza antialergénica. Si están en buenas condiciones, almacena rompecabezas, cuentos, sonajeros, bloques para armar, gimnasios, móviles musicales, y música en general.

Utiles escolares: En realidad muchos de ellos seguirá siendo utilizados por tu hijo. En algún momento tendrá que aprender a compartir sus materiales para pintar, cortar y
pegar.

Alimentación: No reserves chupones ni biberones. Tampoco extractores de leche manuales, pues los jebes y válvulas se llenan de hongos rápidamente con la falta de uso y limpieza. Su naturaleza estéril requiere que sean renovados continuamente. Igualmente, evita guardar la leche maternizada que haya sobrado, así esté sellada, tal como se indica en las latas de estos productos. Nunca recicles protectores de pecho una vez abiertos, aunque parezcan nuevos. Las babitas, baberos y paños hiérvelos previamente antes de lavarlos con jabón de barra para bebés.

De esta manera es posible ahorrar mucho en el tiempo y dinero que exige toda nueva búsqueda, al mismo tiempo que evitarás ver tu casa atiborrada de cosas.

Foto: Consumer Eroski

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