CARACOLAS DE ESPIRALES

La luna, como cada noche,
se posa, sobre el suave manto
de las olas.
Y el mar, va engalanando
con joyas a su amada,
hasta convertirla en redondez
de plata.
Caracolas de espirales
le sirven de zarcillos,
Nacarinas rosas y blancas
de collares divinos.
Sus pulseras algas verdes
y de espuma, la cola del vestido.
Cada mañana vuelvo al mar
y recojo en sus orillas,
los restos de abalorios
que la luna olvida
en su sempiterna huída.

(Texto: Manuel Vilches http://www.ojodigital.com)

Pendientes realizados con arcilla polimérica de varios colores, bolitas de abalorios y enganches plateados. Unos pendietes creados con los restos de abalorios que la luna olvida en su huída...

¡¡FELIZ FIN DE SEMANA!!

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