Contribuyendo al Autocontrol en Nuestros Hijos
El autocontrol es la capacidad conciente de regular nuestros impulsos de manera voluntaria, a fin de alcanzar un mayor equilibrio personal y relacional. Es la capacidad que nos permite a nosotros controlar nuestras propias emociones y no que éstas nos controlen, quitándonos la posibilidad de elegir lo que queremos sentir en cada momento de nuestra vida; así como controlamos el pensamiento, también podemos controlar nuestros sentimientos. Todas las sensaciones llegan precedidas por un pensamiento y sin la función del cerebro no se pueden experimentar sensaciones. Si podemos controlar los pensamientos y las sensaciones, entonces ya se es capaz de tener un autocontrol emocional.
A veces nuestros hijos sienten rabia, ira y deseos de gritar. Pueden hacer pataletas, lanzándose al piso cuando no se satisfacen sus deseos y caprichos. Hasta hay ocasiones en las cuales incluso nos agreden física o verbalmente cuando no consiguen lo que quieren. Es en estos momentos donde nos preguntamos cómo debemos actuar cuando nuestros hijos se comportan así. Es recomendable primero observarlos, para que tomen conciencia que deben calmarse. Luego es oerar que se calmen para conversar con ellos, haciéndoles ver que comprendemos lo que está pasando, preguntándoles por qué reaccionan de esa manera. Debemos explicarles que tienen que tranquilizarse y que esa reacción no es buena.
Pero la mejor manera de enseñarles el autocontrol a nuestro hijos, es con el ejemplo. Primero hay que aprender a controlar nosotros mismos nuestras emociones y pensar antes de hacer las cosas o reaccionar mal. Así nuestros hijos tendrán un modelo digno de seguir. Podemos ayudarlo a controlar cosas simples como patear la pelota de manera moderada, controlar la velocidad y la fuerza de la boca para morder, entre otras cosas. Debemos también imponerle ciertos límites desde pequeños, siendo siempre firmes, pero sin llegar a ser bruscos. Explicarles el por qué de las cosas, y que la comunicación es básica, que debe ser constante y basada en el afecto y la cordialidad.
A veces nuestros hijos sienten rabia, ira y deseos de gritar. Pueden hacer pataletas, lanzándose al piso cuando no se satisfacen sus deseos y caprichos. Hasta hay ocasiones en las cuales incluso nos agreden física o verbalmente cuando no consiguen lo que quieren. Es en estos momentos donde nos preguntamos cómo debemos actuar cuando nuestros hijos se comportan así. Es recomendable primero observarlos, para que tomen conciencia que deben calmarse. Luego es oerar que se calmen para conversar con ellos, haciéndoles ver que comprendemos lo que está pasando, preguntándoles por qué reaccionan de esa manera. Debemos explicarles que tienen que tranquilizarse y que esa reacción no es buena.
Pero la mejor manera de enseñarles el autocontrol a nuestro hijos, es con el ejemplo. Primero hay que aprender a controlar nosotros mismos nuestras emociones y pensar antes de hacer las cosas o reaccionar mal. Así nuestros hijos tendrán un modelo digno de seguir. Podemos ayudarlo a controlar cosas simples como patear la pelota de manera moderada, controlar la velocidad y la fuerza de la boca para morder, entre otras cosas. Debemos también imponerle ciertos límites desde pequeños, siendo siempre firmes, pero sin llegar a ser bruscos. Explicarles el por qué de las cosas, y que la comunicación es básica, que debe ser constante y basada en el afecto y la cordialidad.
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